Si en el Génesis la palabra hace la “magia” de un sólo Dios que crea la luz, separa las aguas, crea el sol y la luna, crea al varón y a la varona, es dueño del paraíso, del bien y del mal, en el Popol Vuh, la magia hace a la palabra y de los cuatro puntos cardinales salen los dioses e inventan la palabra, la ponen en el vientre del hombre para que éste pueda adorarlos. La palabra no es la magia, la palabra es la que descubre los rostros, la que dice los rostros. La magia es lo que hace posible el triunfo sobre Xibalbá, la magia es lo otro.
lindo texto!
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